viernes, 5 de junio de 2015

poesía de Lope de Vega

VARIOS EFECTOS DEL AMOR
          Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde, animoso,

         no hallar, fuera del bien, centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.

        Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño ;

       creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.


Lope de Vega

Poema de José Hierro: VIDA


vi

jueves, 4 de junio de 2015

NOVELA "Créeme". Escrito por Minerva y Ana

“CRÉEME”
                  

Resultado de imagen de castillo conde drácula






Autor : Patata Brava
capítulo 1: EL COMIENZO.                     
Todo empezó en 1991, cuando decidí irme de casa. Ya no aguantaba más allí. No era mi lugar. Después del fallecimiento de mis padres, aquella casa, me resultaba extraña, diferente. Como si al morir mis padres, se hubiera quedado vacía. Así que la puse en venta y decidí irme con mi novio, Luca Kroskov, al castillo de mi tatarabuelo en Brasov, Transilvania.
Tenía un poco de miedo de ir allí, porque había escuchado historias y leyendas sobre aquel lugar; pero eso era también lo que más me atraía.
Llevaba meses planeando la mudanza, pero aun no le había dicho nada a Luca, y el día que se lo dije estaba un poco nerviosa.
Era por la mañana, más o menos las 12:35. Ese día era sábado, entonces me permití el lujo de no ponerme el despertador, ya que estaba muy cansada y me apetecía dormir. Al ver la hora que era, me levanté de un bote de la cama. Me puse los primeros vaqueros y la primera camiseta que vi.                                                                                 Acto seguido, fui a desayunar, lo que tomaba habitualmente, un vaso de leche y una tostada de mantequilla con mermelada de arándanos. Pero esa mañana tenía bastante prisa. Tenía que contarle a mi novio todo lo de la mudanza. Así que tomé un trago de café y una tostada por el camino, mientras iba para la casa de Luca.
Cuando estaba a punto de llegar a su casa, lo ví viniendo hacia mí.
La verdad esque me pilló por sorpresa, pues estaba bastante distraída pensando en todo lo que le tenía que decir.
-Hola (dije algo nerviosa) Tengo que decirte algo…
-¿Qué ocurre?
-Pues mira... desde que murieron mis padres no estoy agusto en casa, me siento vacía y todo me recuerda mucho a ellos y por eso te queria proponer algo.
-¿El qué? ya me estás asustando.
- No, tranquilo (dije riéndome) Quería proponerte que si te quieres mudar conmigo a una casa de Brasov en Transilvania. Está un poco lejos, pero creo que me vendrá bien cambiar de aires...¿bueno, qué te parece?
- Me parece genial, la verdad esque yo tambien te queria proponer algo así, pero no sabía como decírtelo… Es un gran paso en nuestra relación. Seguro que enseguida encontramos trabajo.
- ¡Perfecto! (dije muy contenta) No pensé que te lo tomarías tan bien… Me alegro mucho.(dije abrazandolo)
- Y yo.
-La casa era de un antepasado mio, asi que no tendremos que pagar alquileres. Ya no vive nadie allí.
-Genial, voy a contarselo a mis padres, seguro que les encanta la idea.
- Eso espero (dije con una radiante sonrisa en la cara)
No me lo podía creer. ¡Había dicho que si!
Ahora, solo tengo que preparar la mudanza y buscar un trabajo allí, lo que sería bastante fácil, ya que he visto que allí necesitan profesores y yo ya tenía terminada la carrera de magisterio. Luca podría trabajar como grafitero en locales, ya que se le daba bastante bien todo eso del arte y el dibujo.
Me acuerdo que cuando nos conocimos me regaló un cuadro que había pintado él. En el cuadro salía yo, junto a él, sentados en el banco de un parque mirando el atardecer. La verdad, esque me encanta ese cuadro. Desde que lo vi, supe que tenia que estar colgado en mi casa, para verlo todos los días.
Un año más tarde empezamos a estar juntos y ser una pareja. No nos costó mucho saber lo que sentía el uno por el otro. Ya que, desde que me regaló  ese cuadro, empecé a descubrir lo que sentía por mí.
Nos conocimos cuando estábamos en el instituto. Los dos éramos bastante parecidos en gustos y aspecto.
Al principio solo éramos amigos, la gente pensaba que éramos hermanos. Nos encantaba estar juntos y pasar el rato. Mis amigas me decían que quedamos muy bien juntos, pero yo no les hice mucho caso…
La verdad es que nunca habría imaginado que Luca acabaría siendo mi novio. Y ahora nos vamos a vivir juntos… Qué rápido ha pasado el tiempo. Yo estaba muy feliz a su lado, y me ha ayudado mucho con todo lo pasado con mis padres. Me encantaba su forma de ser y de hablar conmigo. Era como mi confidente y consejero. Además de un pilar muy importante en mi vida.
Las siguientes semanas las pasamos preparando la mudanza y buscando trabajo. Enseguida encontramos trabajo y contratamos a una agencia para recoger las cosas y llevarlas a Brasov.
Un par de días después de terminarlo todo, llegó el momento de mudarse.









capítulo 2: LA MUDANZA.
Por fín, llegó el día de la mudanza. Yo estaba: nerviosa, impaciente, emocionada, pero a la vez aterrorizada; por el simple hecho de mudarnos a otra ciudad y a otra casa. Pero por lo que más estaba ansiosa, era porque como ya he dicho antes, me encantan las historias de vampiros y todo lo relacionado. Y a parte, me había informado muy bien de aquel lugar. Pero tenía ganas de investigarlo.
Ese día, había quedado con Luca enfrente de mi casa, donde ya estaba aparcado y esperando en la puerta el camión de mudanzas. A mí me faltaba empaquetar algunas cosas más, para poder bajarlo todo al camión.
Cuando ya conseguí bajarlo todo, noté que me faltaba algo. Volví a subir a la casa que iba a dejar atrás. Entré en la habitación, y vi encima de la mesita de noche, lo que me olvidaba: mi libro de historias de vampiros, junto a los ajos y una estaca de madera que previamente había tallado y preparado todo, junto a una pequeña pistolita de agua bendita. Porque es que, a mí, me encantaban las historias de vampiros y todo eso, pero “más vale prevenir que curar”; es lo que siempre decía mi difunta madre. Cuando ya iba hacia la puerta, oí el telefonillo. Era Luca, que por fín había llegado.
-¿bajas yaa?- dijo, con un tono un poco nervioso.
- sii, ya voy.
Cuando baje al patio, él ya había cargado sus cosas en el camión, junto a las mías.
- Vamos ya es la hora, todas las cosas están en el camión listas para irnos. (le dije a Luca)
- Estoy muy emocionado, seguro que allí viviremos genial y no habrá ningún problema.
Aunque pasado un tiempo allí, si que aparecerían problemas, pero eso yo, no lo sabía todavía.
- Eso espero, (dije algo nerviosa, ya que nunca me había mudado, ni había vivido en mi propia casa) estoy muy contenta de este paso que estamos dando. (dije intentando disimular mi nerviosismo)
- ¿Te encuentras bien?
-Si, si, es solo que al viajar me mareo mucho y de solo pensarlo, me pongo mala.
La verdad esque si, me mareo bastante cuando viajo, pero en este caso no era por eso.

-Bueno, tomate algo para el mareo y vienes, que los señores están esperando.
-Vale, en seguida vuelvo.
No tardé mucho, ya que solo era tomarme una pastillita.
En cuanto me subí al camión, me quedé dormida profundamente, estaba bastante cansada después de las semanas de ajetreo que había pasado. Tardamos una hora y media en llegar, pero ya que me había dormido, para mi fueron cinco minutos. Lo siguiente que recuerdo, es despertarme en frente de la casa en la que iba a vivir a partir de aquel día.
Cuando la vi, me quedé boquiabierta. Era mucho más grande de lo que recordaba, porque yo, de pequeña, vine con mis padres a pasar una semanita de vacaciones. No se, si dos personas podrán ocupar todo ese espacio, era enorme.Tenía varias torres y unas cuantas chimeneas. Una gran puerta principal, un jardín delantero y otro en la parte de detrás. Creo que tenía dos o tres pisos pero no lo podía diferenciar porque estaba recién despertada.
Podríamos tener un perro perfectamente. Siempre me han gustado los perros, pero en la casa en la que había vivido hasta ahora, no podía.http://fotos-paisajes.net/wp-content/uploads/2009/10/la2.jpg





                      capítulo 3: AMISTADES.

Durante el primer día estuvimos con la mudanza. Primero la ropa y la comida que había sobrado de la otra casa, y luego, las cosas del baño.
La primera noche que dormimos allí, fue un poco extraña, aparte de que estábamos cansados por la mudanza. Fuimos a la habitación a dormir, pero no pudimos porque se oían muchos ruidos extraños.

A la mañana siguiente, nos levantamos bastante tarde porque por la noche no pudimos dormir mucho, ya que (por lo menos yo) tenía mucho miedo. Le dije a luca que fuera a ver qué pasaba y me dijo que sería un ratón o algo. Yo la verdad tenía la corazonada de que no era eso, era algo más grande, y unas semanas más tarde descubriría lo que era aquella cosa que hacía ruido por las noches...
Mientras desayunábamos, alguien tocó a la puerta. Luca se levantó de la mesa para abrir. Al pasar un rato y al ver que Luca no volvía, me levanté para ver qué pasaba. Y me impactó, al ver… que, ¡no estaba allí!
Mire por todas partes, pero no lo veía.Yo, bastante preocupada, salí y empecé a correr buscándolo y gritando su nombre. Volví a casa para llamar a la policía, y cuando iba a llamar, ví a Luca entrando en casa.
Fuí corriendo y le pregunté dónde estaba.
- Era el cartero, han llegado unas cartas, y ya que estaba, he ido a tirar la basura, ¿donde creías que me había ido?
- No se, pensaba que habías desaparecido o algo, con las historias que he oído y los ruidos que hay por las noches...Me había entrado miedo. Estaba a punto de llamar a la policía cuando has entrado.
-Bueno tu tranquila, no me ha pasado nada, y ya te he dicho que esas historias son todo mentiras.Y los ruidos serán ratones, esto debe de estar lleno.
-Supongo (dije,aunque yo seguía pensando que no eran ratones y que las historias, bueno, las historias pueden ser ciertas. No se lo dije porque preferí evitar una discusión que no llevaría a ninguna parte).
Después de la charla que tuve con él, acabamos de desayunar, nos duchamos y vestimos y fuimos a dar un paseo por la ciudad y a conocer a gente, ya que no conocíamos a nadie.
Salimos de casa y fuimos a la ciudad, ya que nuestra casa estaba un poco a las afueras. Primero, fuimos a comprar pan, a una panadería y de paso, también fuimos a una frutería que estaba al lado.
Cuando acabamos la compra, Luca me invitó a comer a un restaurante.
Me encanta pasar tiempo con él, tranquilamente. La comida estaba deliciosa y el personal de servicio muy servicial y amables. Al terminarnos el postre, me di cuenta de que un grupo de chicos, más o menos de nuestra edad, nos estaban mirando desde hacía un rato. Cuando Luca vino de pagar la cuenta, se lo dije y en ese momento los chicos se acercaron hacia nosotros. El grupo estaba compuesto por dos chicos y dos chicas.
- Hola! (nos dijo un chico alto y rubio) me llamo Adam. (dijo, dirigiéndose a mí).
- Hola… (dije yo, algo tímida)
- Estos son: Stefan (dijo dirigiéndose a un chico de estatura normal y de pelo castaño), Dana (dijo tocándole la cabeza a una chica bajita y de pelo negro y corto) y Catina (dijo señalando a una chica alta y de pelo rubio).
- Ah… Yo soy Bianca, y este es Luca (dije señalando a Luca que estaba a mi lado).
- Sí, me llamo Luca, y soy su novio! (dijo, con un tono a la defensiva, al ver que Adam no paraba de mirarme y sonreírme)¡que quede clarito eh!
-Sí, si me ha quedado claro, tu tranquilo que vengo en son de paz. Bueno, nos hemos acercado a saludaros porque sois nuevos en la ciudad y si quereis os la podemos enseñar.
- bueno, pues vale! (dije yo entusiasmada)
Al acabar nuestra visita por la ciudad con nuestra nueva peña, nos despedimos de ellos y nos fuímos a casa. Y ahí acabó un día estupendo.





             







           capítulo 4: “EL SUEÑO“
Llevábamos varios días viviendo allí, la verdad es que es una ciudad bastante tranquila. En el trabajo me va bastante bien, y a Luca también. En seguida le dieron trabajo en un hospital para que dibujara en las paredes de la zona infantil. A mi me contrataron de profesora en un colegio, para dar a una clase de 3º de primaria, bastante cerca de mi casa. Los niños se portan bastante bien y me divierto mucho en clase.

Conocimos a bastante gente en seguida, y todos fueron muy amables con nosotros. Nos enseñaron la ciudad y nos contaron historias sobre la casa en la que vivimos, que la verdad no me las creí en ese momento. Pero si antes hubiera sabido lo que se ahora, habría podido evitar estar donde estoy.
La verdad es que en seguida nos adaptamos a aquella ciudad.
Pasaban los días y todo iba normal, pero aquellos “ratones” no me dejaban dormir. Así que decidí llamar a unos exterminadores y terminar con el problema.
A la semana, llegaron y empezaron con la exterminación, pero cuando llevaban una hora, más o menos, nos dijeron que no habían ratas ni nada parecido. Lo que a Luca le extrañó bastante, pues el estaba convencido de que era eso, pero a mi no.Yo sabía que no podía ser eso, y estaba en lo cierto, pues días más tarde decidí investigar sobre qué era aquello que me despertaba cada noche.
Ví una sombra muy grande moverse hacia la puerta de salida trasera que había en la cocina y llevaba al jardín trasero. Y decidí seguirla. No se porque, no me dió miedo. Sentía que no sería peligroso para mi.
Aquella cosa, que no sabía muy bien cómo llamarla, puesto que al ser de noche no distinguía qué era, se giró y me miró fijamente a los ojos. Yo no me moví ni un milímetro, parecía una persona, muy pálida y los ojos eran de un color amarillento. Esa persona misteriosa desapareció cuando pestañeé.

A la mañana siguiente se lo conté todo a Luca, muy detalladamente, pero él no me creyó, cosa que me sentó bastante mal, aunque también lo entendía, puesto que es algo muy difícil de creer. Yo no paraba de repetirle  “créeme“, cosa que no sirvió para nada, ya que él no cree en esas cosas ni en nada parecido. No paraba de repetirme que lo había soñado. Pero yo sabía perfectamente lo que había visto.
Así que durante los siguientes días estuve investigando por internet, en la biblioteca, buscando cosas relacionadas con lo que había visto en casa, y preguntado a la gente.
Lo que descubrí es que las historias que había escuchado sobre este lugar, habían sucedido todas en mi casa, y que estaban relacionadas con mi antepasado y con vampiros. Decidí no contarle nada a Luca, ya que sabía lo que me iba a decir.
Seguí investigando sobre lo que había descubierto, pero no encontré nada que no supiera ya. Lo que se me ocurrió hacer, es ir a preguntarle sobre más detalles a los chicos, sobre todo a Adam que es el que mejor me había caído de todos y el que más hablaba conmigo.
Salí de casa y me dirigí a casa de Adam. No le había avisado, pero pensé que no le iba a molestar, y por supuesto no le molestó.
Me contó varias cosas sobre el tema. me dijo que hace unos años, allí murió un antepasado mío; concretamente mi bisabuelo Dragomir. Al investigar un poco sobre él en varios libros de una biblioteca que tenía Adam en su casa, y de buscar en internet, vimos que era una persona un poco extraña, y que se desconocía la causa de su muerte.

                capítulo 5: DRAGOMIR
Varios días más tarde me desperté a medianoche por un ruido en la cocina. Decidí bajar a ver qué pasaba. Bajé muy despacio para no hacer ruido. Vi a la misma persona que vi la otra noche, pero esta vez la pude ver más de cerca.  La misteriosa sombra, estaba enfrente de la nevera, comiendo carne cruda, cosa que me pareció asquerosa. Me acerqué a él y pude reconocer quien era… ¡Dragomir!. <<pero, ¿qué hacía aquí? en mi casa… >> pensé. Entonces, me armé de valor y, sin acercarme tampoco mucho a él, pude decirle algo.

-¿Quien eres y qué haces en mi casa? dije con la voz temblorosa.
No sabía si me entendía, si me iba a responder, si iba a salir corriendo o matarme, pero me quedé allí parada, mirándolo fijamente. en seguida me di cuenta de que su ropa era bastante antigua. La primera vez que lo vi no me fijé en su ropa, puesto que su rostro resaltaba mucho en comparación, aquella piel blanca, los ojos negros mirándome fijamente y esos colmillos manchados de sangre… Me entró un escalofrío al recordarlo.
- Seguro que ya sabes quien soy, te he visto investigando sobre mi.  ¿Todos estos días investigando y no sabes quién soy? Su voz era grave y fuerte, pero parecía cansada.
- Siempre he sabido quien eras, pero creo que no quería creérmelo. Y ahora que pienso, ¿como sabes que he investigado sobre tí?
- Desde que llegastes a esta casa he estado bastante pendiente de ti. Me pareces una chica interesante, pero demasiado curiosa…
- Bueno, pero, ¿entonces es verdad que eres un antepasado mio? ¿como? deberías estar muerto…
Me alejé un poco más de él, al ver que cada vez se acercaba más a mi, pero sobretodo me di cuenta de que no paraba de mirar mi cuello. Eso no me estaba dando buenas vibraciones.
- Ya lo sé, debería, pero no lo estoy.
- Pero entonces, ¿cómo es que aún estás vivo?
- Te contaré lo que pasó: Era por la noche hace muchos años, en esta misma casa. Yo también era curioso, como tú. Yo vivía aquí con mi novia. Todo nos fue genial los primeros días. Pero, sólo los primeros. al cabo de dos semanas empecé a notar cosas raras en casa y ruidos extraños. Una noche cuando la curiosidad me pudo, baje al patio trasero, de donde venían los ruidos de cada noche.
Allí en persona vi como un grupo de vampiros mordía a mi novia. Pero no dije nada porque estaba escondido. Cuando los vampiros se marcharon, ella estuvo inconsciente en el suelo. Yo no hice nada por miedo. Acto seguido, subí a mi habitación, haciendo como si no hubiera pasado nada. Pero por supuesto que había pasado algo. Algo que no era normal. A la mañana siguiente, le conté todo lo que había visto. Ella confesó que no se sentía igual que antes. Que se sentía extraña.Yo estaba locamente enamorado de ella, así que dejé que me mordiera para compartir la carga que sentía.
Ya nada iba a ser igual que antes, pero a mi me daba igual, con tal de estar a su lado. Al pasar unos días, nos íbamos acostumbrando a la nueva vida. Pero no duró mucho. Yo podía aguantar mi sed de sangre, pero ella, no era capaz. Yo le decía que tenía que intentar aguantar. Pero no pudo. Entonces tuve que hacerlo. Porque si no, iba a hacer daño a alguien y a causar problemas. Sin pensarlo, cuando ella estaba durmiendo, me levanté y fui directo a por una estaca de madera que ya tenía preparada. La cogí, me dirigí a ella, y sin tener otra elección, la maté. Me dolió el corazón, porque había matado a la persona que amaba, pero tuve que hacerlo.
- Entonces… eso significa ¿que eres un vampiro?
- Pues sí. Pero a diferencia de mi novia yo puedo controlar mi sed de sangre. Aunque últimamente, tengo mucha hambre. Siempre me he alimentado de sangre de animales, pero estas últimas semanas, desde que noto tu presencia y la de tu novio Luca en esta casa, no me puedo controlar. Yo era demasiado curioso, como tú, y no me gustaría que acabaras como yo. O lo que es aún peor, que Luca acabe como mi novia… (me dijo con una mirada fría y la voz un poco temblorosa) Bueno, yo ahora tengo que irme a comer algo. Encantado de conocerte preciosa (me dijo estrechándome su mano fría y blanquecina).
- A.. adiós… (dije yo mientras se marchaba volando por la puerta)
Esta noche, había sido de lo más extraña. Había conocido a mi bisabuelo Dragomir y había descubierto la verdad de quien era él en realidad.
capítulo 6: “ADIÓS...”
 
Al día siguiente se lo conté todo a Luca pero, como siempre, no me creyó. Tenía miedo, debía protegerle, como fuera.  Dragomir iba a morderle y se convertiría en un vampiro. Saqué esa conclusión al pillar la indirecta que me lanzó anoche, me dijo que últimamente no podía controlarse mucho... No debía dejar que aquello sucediera, así que me tomé el día libre en el trabajo y le acompañé con la excusa de que al colegio le interesaba Luca para pintar el muro.                   
No pasó nada extraño y pasé toda la noche en vela vigilando.
Los siguientes días todo fue normal, excepto la noche del jueves siguiente. Al despertar, me di cuenta de que Luca estaba más pálido que de costumbre y no quería tomarse el desayuno que le había preparado.
Se estaba convirtiendo y todo por mi culpa. Sabía lo que tenía que hacer, para la seguridad de la ciudad y mía propia debía matarle, debía clavar una estaca en su corazón, como hizo Dragomir con su novia. Pero solo de pensarlo se me quitaban las fuerzas. Luca no quería salir a la calle de día, porque decía que el sol le molestaba, pero por la noche siempre salía a dar una “vuelta“ solo, ya que no quería que yo le acompañara.
Al ver que Luca me ignoraba, pasaba casi todo el día con Adam, dando vueltas por la ciudad y por el campo, ya que Luca se pasaba todo el día en casa metido.
Pasaba casi todo el día con  Adam, por el simple hecho de que cuando le conté todo lo ocurrido con Dragomir, él me creyó, no como Luca, que se hacía el loco para cambiar de tema en cuanto podía.
Cada día estaba más segura de que Luca era un vampiro, así que decidí prepararme.
Una noche, antes de que saliera a dar su “paseo”, decidí hacerlo. Debía hacerlo. No sabía como, pero si sabía por qué.
Aunque me doliera mucho, debía matarlo antes de que comenzara a matar a personas indefensas y convertirlas a ellas también.
Como no sabía qué hacer, llamé a Adam por teléfono y le pedí que viniera en mi ayuda. Él vino enseguida, sin pensárselo dos veces.
A Adam se lo había contado todo hasta ahora, hasta lo de Luca. Pero no le había dicho que viniera para ayudarme a matar a Luca, por si me decía que no.
Cuando llegó, yo le esperaba en la puerta de casa. Con todo lo necesario para lo que tenía que hacer, en un bolso que llevaba colgado de bandolera. El se había puesto bastante arreglado, como en una cita. Pero no era a lo que tenía que venir. Pero eso él, no lo sabía todavía.
- ¡Holaa! (dije yo)
- Hola (dijo él un poco cortado al ver que no se trataba de una cita)
- Bueno te he llamado por todo lo ocurrido con Dragomir. Lo que vamos a hacer esta noche está relacionado con el tema.
- A, vale. Venga ¡dispara!                      
- Pues en este caso no va de disparar, va de clavar (dije con una risita un tanto misteriosa)
- Oye Bianca, me estas asustando…
- Pues, no veo la razón por la que no debas estarlo, así que… ¡Bueno, voy al grano!. He decidido que tengo, bueno, tenemos que matar a Luca. No me gusta nada hacer esto, pero no tengo otra escapatoria. Estoy segura de que Dragomir ya lo ha convertido; por eso está tan raro.
- ¡Vaya! Lo que me pides no es algo que se pueda oír todos los días, pero si tengo que hacerlo… ¡lo haré!. Por ti.
- Gracias. No sabes cuanto me alivia escuchar eso. Así ya no tendré que afrontar esto sola. (dije acercándome más a él)
- Claro. Yo por ti, hago lo que sea. (me dijo poniéndome la mano en el cuello dulcemente, acercándose cada vez más a mi y bajando el tono de voz)
Nuestras caras estaban a un centímetro de distancia y él me había cogido tiernamente de la cintura y del cuello. Yo me dejé llevar. Le rodeé el cuello con mis brazos y le besé tímidamente. Cuando aparté suavemente mis labios de los suyos, me miró dulcemente pero sin separarnos, y me devolvió el beso.
Fue el beso más dulce que me habían dado en mi vida. Ni siquiera Luca me había dado un beso así. Cuando nos separamos cariñosamente nos quedamos mirándonos el uno al otro. Cuando de repente oímos un estruendo que nos despertó de nuestra ensoñación. Los dos fuimos al patio trasero, de donde vino el ruido.
Nos asomamos por la puerta despacio y silenciosamente. Cuando fijamos la vista, pudimos ver a Dragomir con un hombre. Ese hombre tenía una pinta extraña. Seguramente también sería un vampiro. Estaban hablando en voz baja, seguramente porque Dragomir sabía que yo estaría allí. Pasado un rato el hombre se fue y Dragomir también. Adam y yo no le dimos importancia a eso y fuimos a lo que habíamos hablado de hacer.
Subimos despacio al piso de arriba, donde estaba la habitación de Luca. Antes de que fuera a dar su paseo nocturno, solía dormir un poco antes. Y cuando ya era mitad de madrugada es cuando salía a pasear.
Adam me dijo que si quería, podía hacerlo él para no pasar yo el mal trago. Yo le dije que sí.
Cogió la estaca, se dirigió hacia él lentamente y sin hacer ruido la colocó en el corazón. Cuando se la iba a clavar, Luca se despertó.
- Bianca, ¡no, porfavor! ¡no soy un vampiro! ¡solo estoy enfermo!. Si no me crees, mira en el cajón de la mesita de noche y verás que tengo pastillas y una receta del médico que me hizo ayer, pero no quería preocuparte. Y había cogido depresión al verte casi todo el día con Adam y con todo el tema de los...
Pero sin acabar la frase, Adam le clavó la estaca. pudo decir una última frase mientras moría: “Te quiero, Bianca…”. Y murió en el acto.

capítulo 7: PASAR PÁGINA.
Después de lo de anoche, me quedé destrozada. Adam no paraba de disculparse por lo que había hecho, pero yo no estaba enfadada con él, estaba enfadada conmigo misma, porque yo había sido la que había montado todo el plan de matarlo. Había sido por mi culpa. Yo era la culpable.
Después de lo que me dijo Luca antes de morir, lo de que estaba enfermo, al principio no me lo creí pero sí que era verdad. Fui a ver al cajón de la mesita de noche donde dijo él y todo era verdad. Había ido al médico porque había cogido depresión al verme tanto con Adam y al verme tan obsesionada con el tema de los vampiros.
Estaba triste pero descubrí también que me gustaba Adam. No valía más la pena pensar en Luca si ya estaba muerto. Entonces, decidí pasar página. Adam se asombró al verme tan normal, después de lo que pasó. Pero a él en realidad le daba igual lo de Luca, porque como era mi novio, ahora ya tenía vía libre conmigo. Pero él intentaba disimularlo.
Era por la tarde. El día anterior fue cuando pasó todo. Pero yo, estaba bien. Total, no tenía sentido que siguiera pensando en Luca. Ahora tenía a Adam… Después de lo que pasó anoche, (lo del beso) creo que los dos nos dejamos bien claro que nos gustamos, aunque a mi no me quedaba del todo claro. No podía parar de pensar en Adam.
- !Riiiing!… ¡Riiing! - Empezó a sonar el teléfono de casa.
Era… ¡Adam!
- ¡Adam, qué casualidad estaba pensando en ti ahora mismo…!
- ¡Vaya! yo también (me dijo con una voz dulce). Necesito verte. Tengo que hablar contigo. Ahora voy para allá.
- Vale, aquí te espero.
Adam cuelga.

Media hora después…
- Hola, ¿que tal? (dije algo tímida)
-Hola (me contestó, parecía nervioso) , estoy bien. Emm… tengo que decirte algo, he estado pensando sobre, sobre… bueno , sobre lo del otro día, el beso y todo lo demás…
- Si, yo tambien he estado pensando y la verdad esque, creo , creo que..
- No hace falta que digas nada, ya lo se, y yo también quiero estar contigo, desde el primer día que te vi con tu novio, quedé completamente enamorado de ti. Pero como estabas con Luca, no me atreví a decirte nada, pero ahora que, bueno Luca a no está, me gustaría mucho ser algo más que un amigo para ti.
- No sé qué decir, la verdad es que, yo sabía que te gustaba , pero no tanto.
- No hace falta que digas nada, Bianca, yo, yo te quiero.
- Y yo a ti… ( no me dejó continuar hablando, se acercó lentamente y me besó , y cuando abrí los ojos, vi que Adam estaba llorando)
- ¿Qué te pasa ? ( le pregunté )
- Pues que Luca ha muerto por mi culpa, yo lo maté y era inocente…
- No digas eso, fué por mi culpa, no te debería haber metido en todo esto…
- No, fuí yo el que quiso ayudarte…
- Creo que deberíamos dejar ese tema de lado, ahora Luca esta enterrado y muerto, ya no podemos hacer nada para salvarlo.
-Tienes razón, olvidemos lo ocurrido, ahora que estamos juntos deberíamos pensar en nosotros y en todo lo que nos queda por vivir.

Capítulo 8: REENCUENTRO CON DRAGOMIR.
Después de la conversación que tuvimos Adam y yo el día anterior. Le dije que se viniera a vivir conmigo, y dije como excusa que era para protegerme de Dragomir. Pero en realidad no lo dije por eso, porque yo me puedo cuidar sola; era porque los dos nos gustamos mucho y él accedió en seguida.
Parecía que estaba esperando a que se lo dijera. Pero esa es una de las cosas que me encantan de Adam. Es incluso mejor que Luca. Aunque no está bien que lo diga, porque ahora está muerto.
Por la noche.
Adam ya se había trasladado. La verdad es que fue muy rápido en recoger todas sus cosas y venirse a vivir conmigo.
Mientras estábamos cenando, yo no podía parar de pensar en Dragomir y en lo que me dijo. Fue tan siniestro, que hizo que llegara al punto, de que pensara que Luca era un vampiro.
De repente, oímos un ruido que venía desde el patio trasero. Me levanté sin decir nada. Pero antes, cogí una cuchara de madera y la partí por la mitad, para que acabara en punta. Adam me siguió cogiéndome de la mano y me miró con una mirada tranquilizadora, y me dijo que él iba a estar a mi lado siempre.
Esa frase me tranquilizó bastante la verdad. Pude ver que confiaba en mí plenamente, y que nunca me iba a dejar sola.
Cuando llegamos a la puerta de donde había venido ese ruido, nos asomamos poco a poco, teniendo cuidado. Aunque yo ya me esperaba a alguien allí. Y efectivamente, allí estaba Dragomir.
Cuando Adam lo vio, se quedó mirándolo expectante. Era la primera vez que veía a Dragomir, y se quedó muy callado y asombrado. Dragomir, como era muy listo, ya sabía que estábamos allí.
- Qué creéis, ¿que no se que estais ahí? (Dijo Dragomir, con una voz misteriosa y grave).
Entonces nosotros salimos poco a poco de nuestro escondite. Adam seguía cogido de mi mano.
De repente, apareció un hombre. Se puso al lado de Dragomir, pero no se le veía bien la cara. Llevaba una túnica muy grande con un capuchón negro que le cubría el rostro. Yo no le di importancia al aquel hombre. Pero porqué entonces, no sabía que iba a ser tan importante en aquel momento.
- Bueno Bianca, ya me he enterado de lo que ha pasado con tu novio... (dijo Dragomir con una voz en tono burlón y siniestro). Me parece una desgracia, de verdad. (Dijo, poniendo su mano sobre mi pecho y bajando la cabeza)
Yo aparté bruscamente su mano de mí y le miré con una mirada desafiante y descarada. Sin ningún miedo.
- Fuistes tu el que me tentó a hacerlo.
- ¿Yo? (Dijo él con una sonrisa malvada dibujada en su cara).
- Sí. Por supuesto que fuistes tu. Me contastes toda tu historia de tu novia para que yo hiciese lo mismo, y así quedarme sola. ¿Verdad?
- Eso es mentira. Porque la historia de mi novia no es real. Me la inventé (dijo con una risa maligna). Pero lo hice por una sola razón. Para que tus padres estuvieran contentos.
- ¿Qué. Mis padres? (Un tanto confusa)
Entonces, apareció el hombre de la otra noche, junto a una mujer. Pero esta vez sí que le pude ver la cara. Era… mi Padre. Y, como no, a su lado estaba mi madre.
Yo no podía creerme lo que estaba viendo. Estaba contenta por el hecho de que estaban allí, delante mío. Pero, a la vez estaba un poco confusa. Porque ellos estaban con Dragomir, y él es el que me incitó para que matara a Luca. Eso me inquietaba. Y además hace un momento, Dragomir acababa de decir, que me dijo que matara a Luca para que mis padres estuvieran contentos. Nunca había estado más confundida.
-  Hola hija (me dijo mi padre con media sonrisa en la boca, mientras se acercaba a mi para darme un fuerte abrazo. Intentando sacarme una sonrisa).
- Hola… (dije yo, sin evitar poder abrazarlo, pero manteniendome firme y seria).
No se porque, todo esto me parecía muy extraño. Dragomir estaba plantado como un pasmarote sin decir nada, igual que Adam.
Al soltarme de los brazos de mi padre, vino mi madre, pero un poco más tímida.
- Hola cariño (dijo mirándome con una mirada dulce y tierna. Pero a la vez fría, al verla con su rostro vampírico. Porque a ella se le notaba la piel más blanquecina que a mi padre. Ella siempre ha sido más morena, y mi padre más blanco de piel).
- Hola mamá. (dije intentando mantener mi seriedad. Pero al ser mi madre, no pude evitar que brotara una lágrima. Siempre le he tenido mucho cariño y aprecio).
Pero de repente, Adam, que estaba detrás de mí, me apartó de mi madre bruscamente, al ver que a Dragomir y a mis padres se les estaba empezando a iluminar la mirada de rojo, y que los colmillos les crecían.
Adam, que estaba detrás mío, me cogió la mano, me puso la estaca sobre ella, me cerró la mano y me susurró rápidamente al oído: ¡hazlo Bianca!... Debía matar a Dragomir. Entonces, me armé de valor, cogí bien la estaca, y fui a por Dragomir.
Se la clavé en el corazón de un golpe. Mis padres que estaban al lado intentaron detenerme. Adam vino detrás de mí, como refuerzo y fue a por mis padres, al ver que también eran vampiros. Pero al apartarme, para no hacerme nada a mí, me tiró al suelo y me di un fuerte golpe en la cabeza, Dejándome inconsciente.


capítulo 9: “AL DESPERTAR…”
Cuando desperté estaba en un sitio con una camisa de fuerza puesta. No me acordaba de nada de lo que había pasado. Entraron unas señoras con una inyección, al ver que ya me había despertado.
Se acercaban poco a poco a mi. Yo no sabía por qué.
- ¿Donde estoy? ¿qué ha pasado? (dije ansiosa de información)
- Tranquila este es un sitio para que no puedas hacer daño a nadie. (me dijo una de las señoras, mientras la otra se quedaba rezagada con la jeringuilla).
- ¿Cómo que daño a alguien? ¿Y qué ha pasado con Dragomir y mis padres?, ¡ellos son los que me han hecho daño! ¿Y dónde está Adam? ¡Adam! ¡Adam! (gritaba).
- Dragomir no existe. Adam tampoco. No sabemos quiénes son esas personas. Y tus padres fallecieron ya hace años.
- ¡No! pero ellos están vivos. ¡Son vampiros. Igual que Dragomir! (no podía parar de gritar, al ver que no me creía)

- No, Bianca. Ni Adam ni ese tal Dragomir existen. Son un producto de tu imaginación. Te han diagnosticado esquizofrenia (me dijo la chica, intentando explicármelo todo).

¿Que es la esquizofrenia?

Es una enfermedad psiquiátrica, que pertenece a los trastornos psicóticos con diferentes fases de actividad clínica caracterizadas por alucinaciones, ideas delirantes y trastorno de otras funciones mentales. Esta enfermedad puede tener un curso crónico y llegar a deteriorar de forma progresiva con marcadas repercusiones sociales.
Es pues, un trastorno que provoca síntomas consistentes en oír, ver o sentir cosas que no existen, tener creencias erróneas, desconfianza fuera de lo normal, encerrarse en sí mismo, conversación incoherente, aplanamiento de la conducta y la emotividad u otros similares. Las personas que padecen este trastorno también pueden sentirse deprimidas, ansiosas, culpables o tensas.
En la actualidad

Y ahora estoy aquí, encerrada en mi habitación del psiquiátrico. Escribiendo esto, mientras no paro de chillarle a todo el mundo “créeme”, pero todos me ignoran. Nadie me cree. Ya han pasado muchos años desde lo ocurrido, pero he decidido escribir esta carta a Adam, para que sepa que estoy bien. Porque él siempre me creerá… “créeme” Adam.